Como todos los inicios ha sido duro. Un nuevo espacio, una nueva profe, nuevos compañeros, nos ha sido fácil aunque poco a poco y pasados los primeros días hemos superado nuestros miedos y temores y, ahora, venimos contentos al cole.
Nos hemos dado cuenta de lo divertido que es el cole, allí jugamos, cantamos, bailamos, nos emocionamos, nos reímos, aunque, a veces, también lloramos.
Pero, en este proceso, no hemos estado sólos.
De repente, un día recibimos una carta y un paquete que venían del Polo Sur. Eran Marcelino y Marcelina, dos pingüinos que decidieron quedarse a vivir en nuestra clase.
Aquí os dejo la carta que nos enviaron y una foto de nuestros nuevos amigos.
Marcelino y Marcelina nos han ido enviando otras muchas cartas con regalos para la clase.
Gracias a estos regalos, hemos decorado la puerta de la clase, los bocadilleros, las mesas,...
Nos han mandado un iglú y una casita para pasar lista todos los días y ver quién ha venido al cole. También nos han regalado unos trineos llenos de pingüinos con nuestras fotos que nos recuerda quién es el encargado y ayudante cada día.
Además, cada uno de nosotros, en casita y con ayuda de los papás, hemos llevado muchas cositas para decorar la clase.
¡MIRAD, MIRAD!
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